28 Dic ZONA DEL FOTOGRAFO. CHIMO SERRANO. EL OBJETIVO
Hoy veremos una parte fundamental del equipo de un fotógrafo: los objetivos. Un buen cuerpo de cámara sin un buen objetivo no funciona y viceversa. Si una cámara es full frame el objetivo debe serlo también. Si este lo es y la cámara no, no obtendremos los resultados deseados. Un buen objetivo debe proporcionar imágenes con colores reales, buena resolución y contraste.
Puede ser de focal fija, ej. 50mm o de focal variable, ej: 80-200 m, que resulta más versatil, tener un solo objetivo con un rango de focales facilita las tomas pero en principio obtiene peores resultados. Por eso es muy importante comprarlos de buena calidad para conseguir una imagen lo más similar posible a los de focal fija. Por otro lado la calidad óptica es mejor si el zoom es solo de rango angular, ej: 16-35 mm o de rango teleobjetivo, ej: 200-400mm que si pretendes tenerlo todo, ej 21-200mm. Hay un principio que dice que el rango no debe superar el triple del rango focal inicial, ej 14-24 mm, 24-70 mm, 70-200 mm. Así obtienes buenas fotos, pero tienes que ir cambiando el objetivo, operación que se debe hacer de modo cuidadoso y a ser posible rápido, para evitar que penetre el polvo.
El objetivo estandar, el más similar a la visión del ojo humano es el de 50 mm o en Fx el de 35 mm.
Por debajo, están los objetivos angulares, ej: 28 mm o gran angulares, ej : 16 mm que tienen un ángulo mayor. Las imágenes a través del visor las vemos más pequeñas de lo que son en realidad. Tienen más profundidad de campo, permiten enfocar a la vez objetivos cercanos y el fondo y todo sale con definición. Se utilizan en paisaje, fauna y flora y fotos submarinas. Entre ellos están los llamados ojos de pez que crean el efecto 180º o superior, sus focales están entre los 6 mm y los 15 mm.
Por encima se sitúan los teleobjetivos, ej : 200 mm. Todo aparece más cercano y ampliado, nos acerca lo que estamos fotografiando con lo que permite fotografiar cosas lejanas. Reducen el ángulo de visión y limitan la profundidad del campo. Son pesados y voluminosos, mas contra mayor sea su longitud focal y su luminosidad, por lo que si son grandes es conveniente utilizar un tripode de apoyo.
La luminosidad del objetivo es muy importante y determina su precio, se expresa en su número f ( apertura del diafragma) mínimo. Contra más luminoso es un objetivo más calidad óptica consigue y en paralelo suben los precios de modo exponencial o sea muchísimo.
La distancia mínima de enfoque es la menor a la que un objetivo es capaz de enfocar, contra más baja mejor. Para conseguir detalles cercanos o fotografiar pequeños objetos puedes usar un objetivo macro, todos estos son de focal fija.
Los estabilizadores en los objetivos, son muy útiles para trabajar sin tripode, y te permiten utilizar velocidades de obturación bajas, a cambio suben los precios y el peso y baja la calidad.
Hay objetivos para funciones especiales además los macros ya mencionados, los más usuales son los objetivos descentrables que se desplazan en horizontal o vertical y se usan principalmente en arquitectura.
Hay que mencionar que los objetivos consiguen sus mejores resultados en el llamado punto dulce que se encuentra en los diafragmas intermedios, tres pasos por encima y por debajo del mínimo y el máximo del objetivo, entre f 5’6 y f 11 en la mayoría de los casos, es el punto con mayor conjunción entre el color y la resolución. Ya tienes en tus manos la cámara con el objetivo montado, vas avanzando.
Artículo publicado en la Revista Zona, febrero 2.016.
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